La gimnasta vasca Salma Solaun, bronce con en el Mundial junior de Gimnasia Rítmica de Moscú

La gimnasta vasca, Salma Solaun, con un 16,750 en cinta, rompió la sequía de medallas para España en individual, que se prolongaba desde el Mundial de Alicante 1993. Una espectacular cinta, con música moderna rusa, hizo las delicias del público y consiguió el beneplácito de las jueces.

Las gimnastas alavesas Salma Solaun y Teresa Gorospe formaron la columna vertebral de la selección española que participó en la primera edición del Mundial Junior de rítmica que tuvo como sede el Irina Viner-Usmanova Rhythmic Gymnastics Center de Moscú. Ya era un hito que  dos gimnastas del Beti Aurrera de Vitoria Gasteiz, a sus 14 años y en su primer año en categoría junior, fueran convocadas por la seleccionadora nacional Alejandra Quereda para formar parte del equipo que representará a España en este mundial.

“Nuestro objetivo era enseñar el trabajo, y quizás, si todo estaba de nuestra parte, acercarnos a alguna final, pero ahora mismo estamos viviendo un sueño del que no queremos despertar, explicó Marga Armas, directora técnica del Beti Aurrera, que además viajó a Moscú como entrenadora. “Parece un milagro que dos niñas de club hayan podido verse las caras con las mejores gimnastas junior del mundo, con un balance muy positivo, siendo además de primer año”.

La seleccionadora Nacional, Alejandra Quereda, nunca dudó de Salma, y apostó con ella con dos aparatos. Las sumas de las notas de cada aparato junto con la suma de las notas de los ejercicios del conjunto colocaron al combinado español séptimas del mundo.

Las gasteiztarras Salma Solaun y Teresa Gorospe, campeona y subcampeona de España,  llegaron a esta cita en un momento espléndido de forma. Tras ser reclutadas a finales de 2018 por la seleccionadora nacional Alejandra Quereda, su progresión fue imparable.

Esta progresión se ha forjado bajo la dirección técnica de Marga Armas en la cancha del Polideportivo de Abetxuko, ya que tanto Solaun como Gorospe siguen entrenando con su entrenadora de siempre, que ha sabido sacar lo mejor de ellas. Compaginan sus estudios, su día a día con su gran pasión en su hábitat natural: Vitoria-Gasteiz, sin preparadores físicos ni equipo médico, eso sí, con la ayuda del programa de excelencia puesto en marcha por la Federación Vasca de Gimnasia y el Basque Team. Y del Polideportivo de Abetxuko al Irina Viner-Usmanova Rhythmic Gymnastics Center: 23.500 metros cuadrados divididos en tres salas de entrenamiento con tres tapices cada una de ellas, un gimnasio, dos salas coreográficas, un complejo médico y de rehabilitación, un hotel para atletas con 115 plazas y una sala de competición con capacidad para 4.000 personas. Pero las dimensiones y estar rodeadas de las mejores gimnastas del mundo no amedrentaron a las vascas. Solaun y Gorospe hicieron lo imposible, y Marga Armas y su varita mágica, obró el milagro.