La Diputación Foral de Gipuzkoa y la Ertzaintza, en colaboración con el Euskal Bilgune Islamiarra (EBI) están desarrollando el proyecto “Elkarbizitza helburu”, orientado a prevenir la manipulación islamista radical sobre jóvenes musulmanes bajo la tutela del ente foral. Así, el jueves 27 de julio se dará inicio a un programa en el que participarán 10 jóvenes bajo la tutela del ente foral, 5 viviendo en pisos de la Cruz Roja Gipuzkoa y otros 5 de la asociación intercultural Kolore Guztiak. Según ha explicado la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, “Elkarbizitza helburu” pretende “prevenir la radicalidad en fases pre-delictivas; impermeabilizar a los jóvenes para dotarles de herramientas frente a los mensajes radicales, así como desactivar conductas o ideas ya adquiridas”.
El proyecto “Elkarbizitza helburu” consta de las siguientes fases: En primer lugar, se está llevando a cabo una formación del personal encargado del cuidado de los jóvenes tutelados por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Así pretendemos “capacitar” a todos los profesionales para que puedan “detectar” si algún joven puede haber sido manipulado por los grupos terroristas, o si existe un riesgo previamente de serlo, ha explicado la diputada. En la segunda fase, en la que se enmarca el programa que se iniciará el 27 de julio, se impartirá formación genérica a los jóvenes musulmanes, a través de charlas y dinámicas grupales. “Con ello –ha añadido Peña- intentaremos dotar a estos jóvenes de las herramientas necesarias para poder detectar los intentos de manipulación sobre sus personas y así poder evitarlos”. En tercer lugar se llevará a cabo una intervención sobre jóvenes con indicadores de radicalidad, utilizando para ello un enfoque adecuado a cada circunstancia, contando para ello con la “colaboración de la comunidad islámica”, ha precisado la diputada.
El modelo de intervención psicosocial del Departamento hace énfasis en la promoción de la autonomía y la responsabilización de los jóvenes de manera combinada, con la garantía de los derechos de todos y todas y la seguridad de los mismos. En este marco, y con objeto de velar por su propia seguridad, se les debe ofrecer herramientas y competencias para discriminar entre la diversidad cultural o religiosa y los enfoques radicales de los mismos.
