El Departamento de Turismo, Comercio y Consumo ha hecho una llamada a la responsabilidad y a la calma frente a acciones y manifestaciones dirigidas contra el turismo y realizadas desde determinados grupos en los últimos días. El Consejero Alfredo Retortillo ha señalado que “las pintadas hostiles y xenófobas que han aparecido en algunas calles de San Sebastián contra quienes nos visitan no son ni un error ni una chiquillada, sino una muestra de intolerancia inadmisible que debe cesar inmediatamente. El debate político en Euskadi, sobre el turismo o sobre cualquier otra cuestión, no puede conducirse según prácticas violentas y de amedrentamiento que creíamos superadas en nuestro país”.
“Hasta el momento son hechos aislados, pero exigimos a los grupos políticos que sustentan estas acciones, que las excusan o que las aprovechan para promover sus postulados ideológicos, que no avancen en una dirección que no puede acabar bien y que recuerda demasiado a otros momentos de nuestro pasado reciente”. Como es sabido, en los últimos días se han producido ataques contra un autobús turístico en Barcelona o contra un restaurante en Mallorca. Y el sabotaje y las pintadas que sufrieron los huéspedes hospedados en el hotel Arrizul del barrio de Gros durante la celebración del último 1 de Mayo y que está siendo investigado por la Ertzaintza.
El Consejero Retortillo ha añadido que “quienes alientan este tipo de actos no contribuyen en nada a impulsar un debate sobre el turismo sostenible, ni probablemente esté entre sus objetivos hacerlo, sino que únicamente deterioran la imagen del País y dañan a un sector de nuestra economía que emplea en Euskadi a casi 100.000 trabajadores y trabajadoras”. “Quiero que sepan las empresas y trabajadores del sector del turismo de Euskadi que tienen todo mi apoyo y que siempre tendrán a su lado al Departamento de Turismo del Gobierno Vasco”.
El Consejero ha recordado que en su primera comparecencia parlamentaria nada más acceder al cargo, y “antes de que algunos se pusieran a gritar ‘Tourists go home!’, olvidando que ellos mismos son turistas cuando viajan fuera”, ya subrayó la necesidad de gestionar el Turismo desde una estrategia de sostenibilidad y que ello pasaba no solo por el eje medioambiental sino también por potenciar su generación de riqueza y por lograr que los beneficios recayeran en el conjunto del país. “La sostenibilidad es un objetivo prioritario de las políticas de mi Departamento y también del conjunto del Gobierno, que se ha comprometido con los objetivos de Desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas”. Cabe reseñar, asimismo, que las políticas turísticas del Gobierno son el apartado mejor valorado en el pasado sociómetro publicado el pasado mes de junio. El 63 por ciento de la ciudadanía considera que son buenas.
Por otro lado, ha recordado también que el estudio de capacidad de carga turística realizado en colaboración con la Universidad de Deusto y que el Departamento presentó el pasado mes de junio “señalaba, con datos, que los vascos eran conscientes de que la actividad turística está en auge en Euskadi pero de ningún modo perciben que estemos en niveles de saturación turística”.
El turismo se ha convertido en uno de los sectores más pujantes de la economía vasca y uno de los que mejor ha aguantado la crisis. La contribución del turismo a la economía vasca en 2016 alcanzó la cifra de 4.100 millones de euros, lo que supuso una aportación al PIB del 5,9%, cinco décimas más que hace cinco años. Gipuzkoa lidera el ranking de la aportación del turismo con un 7,4% del PIB, seguido de Bizkaia con el 5,2% y de Álava con el 5,1%.
Respecto de la manifestación convocada por Ernai contra el crecimiento del Turismo para el próximo 17 de agosto, ha señalado que “su único objetivo es ofrecer una imagen distorsionada del turismo en Euskadi, trasladando a nuestra realidad turística las problemáticas que efectivamente la masificación ha originado en otros lugares. Nosotros no estamos en ese modelo ni nuestras políticas se dirigen a él, pero a algunos parece que todo les vale cuando otras cuestiones les han dejado de valer. Eso sí, cuando se agarran a una, siempre las presentan de forma agónica, sea el TAV, las basuras o, ahora, el turismo”.
“Nuestro turismo no es ni puede ser de monocultivo de sol y playa. Contamos con una oferta diversificada en la que además del paisaje de costa o de interior y el turismo verde, contamos con el reclamo de nuestra gastronomía, de nuestras bodegas, de nuestros museos y recursos culturales, de nuestros festivales, de nuestras fiestas, etc., elementos todos ellos de los que hasta ahora siempre nos hemos sentido orgullosos de poder mostrar y compartir con quienes nos visitan”.
De todos modos, a este respecto ha querido añadir que “si la preocupación por las consecuencias de un turismo masificado -que, insisto, no se da en Euskadi- es sincera, me parecería oportuna una aportación más sosegada al debate comenzando por la desconvocatoria de esa manifestación. No concibo que mientras visitan Donostia gentes atraídas por sus fiestas, unas fiestas que se incluyen como atractivo de País en la campaña promocional que desde hoy se exhibe en las televisiones nacionales, haya donostiarras manifestándose por las calles y gritándoles que se vayan”.