El SME. Sindicato Médico de Euskadi rechaza las medidas contenidas en el protocolo presentado el pasado 3 de abril por el Ministerio de Sanidad, que, obliga al personal sanitario infectado por el COVID-19 a volver a su puesto de trabajo, tras haber pasado “siete días desde el inicio de síntomas en ausencia de fiebre sin necesidad de toma de antitérmicos en los últimos 3 días y siempre que se haya resuelto la clínica respiratoria”, sin necesidad de practicarles una prueba microbiológica y que su resultado sea negativo (PCR-).
Asimismo, el SME denuncia que alguna Unidad Básica de Prevención (UBP) ha obligado a personal sanitario especialmente sensible a factores de riesgo del COVID-19, (mayores de 60 años, con patologías) a acudir a su puesto de trabajo, donde corre serio riesgo de enfermar. Algo que contraviene la propia normativa del Ministerio de Sanidad.
Por ello, exige al Departamento de Salud que corrija estas decisiones y que no ponga en práctica las nuevas medidas dictadas por el Ministerio en el Servicio Vasco de Salud, para evitar el riesgo de aumentar los contagios, aumentar el riesgo del personal a su servicio y dificultar, aún más, la salida de esta crisis sanitaria.
 
En opinión del sindicato mayoritario entre los médicos de Osakidetza, esta nueva medida propuesta por el Ministerio de Sanidad, arroja al personal sanitario a una suerte de ruleta
rusa cada vez que enferme y deba volver a su puesto de trabajo, sin saber si acabará infectando o no a los pacientes a quienes atienden o a sus propios compañeros.
El Sindicato Médico de Euskadi pondrá en marcha sus mecanismos jurídico-legales para luchar contra esta agresión a la salud de los sanitarios y de la comunidad, exigiendo que se garantice la salud de los médicos enfermos y no se les obligue a incorporarse a puestos de riesgo, sin las garantías adecuadas.
Escasez de material y personal sanitario en riesgo El SME recuerda que, hasta ahora, ha mantenido una actitud responsable y de crítica constructiva hacia las medias adoptadas por las diferentes administraciones, con el fin de evitar la alarma social. Sin embargo, entiende que estas decisiones son una nueva vuelta de tuerca en la presión ejercida por las autoridades al personal sanitario, al límite de la extenuación en su, ya de por sí, difícil tarea para corregir la curva de la pandemia.
El Sindicato Médico recuerda las demandas realizadas por las organizaciones sanitarias y sindicales por la escasez de material, algo que sigue siendo un hecho en algunos centros. Una falta que obliga a los profesionales a reciclar material de un solo uso o a ingeniárselas para buscar alternativas con las que solventar las carencias (plásticos, pantallas,…). No en vano, no es casualidad que sea Euskadi una de las comunidades autónomas en la que una parte importante del personal sanitario se ha contagiado.
El SME advierte que la medida que establece el Ministerio de Sanidad, y su aplicación por parte de Osakidetza, agravará la situación del personal sanitario, al negar realizar test diagnósticos a todos los profesionales socio-sanitarios en contacto con el paciente o que se vean obligados a aislarse de sus familias dentro del confinamiento general.