La Mesa de la Diputación Permanente adopta estas medidas tras la declaración del Lehendakari de situación de alerta sanitaria del pasado día 13 de marzo, así como la declaración de estado de alarma realizada por el Gobierno del Estado el sábado 14 de marzo.
Se establecerán medios técnicos y tecnológicos para permitir la celebración de las reuniones por mecanismos no presenciales.
El pasado viernes, la Mesa de la Diputación Permanente del Parlamento Vasco adoptó unas medidas que se recogieron en un Plan de Contingencia motivado por la expansión de la pandemia generada por el coronavirus COVID-19. A la vista de las últimas decisiones adoptadas por el Gobierno del Estado y el Lehendakari del Gobierno Vasco, se amplían dichas medidas y se toma la decisión de cerrar los edificios, los servicios y las instalaciones del Parlamento Vasco.
Se van a promover las reuniones por vías telemáticas en caso de que la Mesa de la Diputación y la Diputación Permanente, únicos órganos en funcionamiento tras la disolución del Parlamento Vasco, se tengan que reunir. En caso de que la reunión sea presencial, el personal necesario podrá acceder a la sede, debiendo estar físicamente el tiempo imprescindible. De hecho, los medios de comunicación social no podrán acceder, debiendo realizar la cobertura por los medios telemáticos habituales.
En resumen, la permanencia domiciliaria tiene la consideración de deber inexcusable de carácter público y personal.