Claves para diseñar tu logotipo

Una buena imagen corporativa es parte del éxito de tu negocio

Seguro que esta escena que vamos a relatar nos ha pasado a todos más de una vez: ¿quién no ha entrado en alguna tienda, local o restaurante por desde fuera tenía “buena pinta? La imagen que proyectamos de nuestro negocio es una parte muy importante del éxito de nuestro negocio. Esto mismo ocurre con la imagen corporativa que proyectan las empresas a través de su logotipo.

¿Por qué es tan importante para nuestra empresa la imagen de marca? En primer lugar porque a través de ella se representan los valores de marca que nos define. Es la forma que tenemos de comunicar al exterior aquellos valores de lo que somos como marca. Nuestra marca tiene su propia personalidad y la única forma que tenemos de darlo a conocer es a través de la imagen corporativa y todos los elemento que la componen. Es necesario que esa imagen corporativa sea consistente, sólida y coherente, sólo de esta forma podremos crear la proyección de nuestra marca en la cabeza de nuestros consumidores.

La imagen corporativa no sólo es una parte fundamental del plan de marketing de una empresa, afecta a todos los ámbitos de la organización o empresa y es fundamental proyectar lo que somos a los clientes o los usuarios a través de ella. La imagen corporativa está compuesta por muchos factores. No sólo es importante el logotipo, también lo es el nombre, los colores corporativo, la tipografía… Por eso, es necesario acudir a expertos diseñadores que puedan ayudarnos cuando necesitamos crear nuestra imagen corporativa.

Lo que debes de tener en cuenta a la hora de diseñar tu logotipo
El posicionamiento es aquello que definimos como el lugar que ocupa nuestra marca en la mente del consumidor. Lo ideal es que ocupe un lugar más destacado que el resto de marcas de la competencia. La forma de reconocer nuestra marca de manera visual es a través de nuestro nombre, logotipo o claim; en definitiva, con nuestro branding. Cuando una marca no es capaz de definir sus valores en su branding cometemos el peligro de reflejar aquello que no somos o que no queremos ser. Esto puede llevarnos a una falta de empatía con los consumidores y dificulta la fidelización de éstos.

A continuación, vamos a darte las claves que debes tener en cuenta a la hora de crear tu logotipo. No te olvides que una buena alternativa es contar con diseñadores profesionales que puedan asesorarte y aconsejarte de la mejor manera. Estos diseñadores ven más allá que nosotros y seguro que con su mente creativa conseguirán plasmar todo lo que queremos transmitir.

Más es menos. Seguro que ya has escuchado esta frase en más de una ocasión. En temas de diseño es fundamental por eso, trabajar el concepto creativo es algo muy importante y a menudo necesitamos recurrir a profesionales. No te empeñes en crear algo complicado o complejo. Sintetiza, destaca lo importante y plásmalo de la forma más sencilla para que todo el mundo lo entienda. Recuerda que tú conoces tu marca y sus valores pero los clientes todavía no y es posible que puedan interpretarlo de manera equivocada. Ahórrate posibles problemas y ve a lo básico. Muchas veces nos quedamos con la primera impresión sobre las cosas. Cambiar la percepción de una marca en la cabeza del consumidor no es algo fácil.

Los colores también son muy importantes a la hora de elegir nuestro branding. Es necesario elegir una gama cromática que sea congruente con nuestros valores de marca. No te empeñes en utilizar muchos colores, con dos o tres de una gama cromática sencilla serán suficientes y quedarán mejor fijados en la mente del consumidor.

El tamaño y la forma de nuestro logotipo es esencial para la identificación visual de los usuarios. Hoy en día no puedes olvidar los medios sociales. Tendrás que hacer un diseño resposive que pueda adaptarse a las diferentes redes sociales tanto a sus imágenes de avatar como a las cabeceras. Por supuesto, no podemos dejar de lado la utilización del logotipo con el correcto tamaño en su versión offline.

Por último, que sea fácil de recordar y amigable para nuestro usuario. Esto es lo más complicado de conseguir ya que no tenemos una bola de cristal que nos asegure su éxito pero hay estudios que demuestran que las líneas sencillas, claras, legibles e identificables; los colores adaptables y congruentes, ayudan a que la imagen se fije en nuestra memoria.

Y ahora que tenemos nuestro logo, ¿cómo lo utilizamos de forma correcta?
Una vez que tenemos nuestra imagen corporativa creada, es momento de utilizar todos esos elementos en nuestra comunicación de marca. Ya sea en la publicidad, online u offline, o a través del visual merchandising de nuestro local, debemos proyectar esa imagen que con tanto esfuerzo hemos creado de forma coherente y siempre igual.

Para hacer bien este trabajo se suelen crear los manuales de identidad corporativa. Estos manuales definen lo que se puede y lo que no se puede hacer con nuestra imagen. De esta forma, nosotros mismo, o un posible colaborador externo, siempre utilizarán nuestra identidad corporativa de forma correcta y no habrá duda de que somos nosotros los que ponemos la firma a ese elemento que se ha creado.  En este manual, irán definidos los usos del logos, los colores que se pueden usar y su versión en positivo y en negativo ya que nunca sabemos sobre qué elemento lo vamos a tener que utilizar y hay que contar con todas las posibilidad. También fijaremos el lugar donde colocaremos el logo, por ejemplo cuando lo utilicemos en elementos de nuestra comunicación como cards, folletos o diferentes creatividades que vayamos necesitando. por último, tendremos que marcar qué formas de nuestro logo son las correctas, si podemos utilizar la imagen sin nombre o si debe ir siempre unido. También si podemos utilizar una versión vertical u horizontal en caso de que se necesite.