El Ayuntamiento de Donostia/San Sebastián ha retirado durante el mes de septiembre los azudes o presas pequeñas de Artikutza. La actuación que comenzó a finales de agosto y finalizó la semana pasada, ha consistido en la supresión de las siete presas más grandes del rio Artikutza. Este rio esta conformado por una densa red de arroyos, donde se han contabilizado diez azudes. En ese sentido se ha actuado en las prensas principales de los arroyos de Elama, Urdallue, Erroiarri, y Enobieta. El presupuesto total de esta actuación ha sido de 40.000 euros.
Los azudes, infraestructuras de abastecimiento de agua, tienen un efecto negativo sobre la conectividad fluvial. Estos azudes fueron utilizados en el pasado para abastecimiento o para generación de energía hidroeléctrica, y modifican la dinámica de sedimentos, reteniendo sedimentos finos aguas arriba, y alterando las condiciones de anchura y profundidad en tramos que pueden llegar a más de un centenar de metros. Entre los seres vivos ligados al agua y afectados negativamente por las infraestructuras citadas, hay que destacar el desmán del Pirineo.
Gracias a esta actuación se hace una contribución a la declaración de Artikutza como ZEC Zona de Especial Conservación por parte de Europa. Estas labores se enmarcan dentro de diversas actuaciones que tienen como objeto proteger el ecosístema hídrico del lugar. Artikutza es un enclave entre montañas que recibe la mayor pluviosidad de la Península Ibérica. Desde que fue adquirida por el Ayuntamiento de Donostia/San Sebastián en 1919, se ha realizado una gestión extremadamente conservadora, eliminando las fuentes de contaminación asociadas a la minería, los asentamientos humanos y la ganadería, reforestando los montes, y reduciendo las actividades extractivas a un mínimo. Como consecuencia de esta política, Artikutza cuenta hoy en día con una elevada biodiversidad, al abrigo de algunos de los bosques y sistemas hídricos más interesantes de la zona desde el punto de vista naturalístico.