El LIFE Vía de la Plata es un proyecto piloto elegido por la Comisión Europea en su convocatoria anual del programa de cambio climático de este año que pretende crear un nuevo corredor de infraestructura verde a través de los 6,9 kilómetros del trazado de esta antigua vía romana en el municipio de Salamanca. Con una inversión que supera los 2,8 millones de euros, de los que Europa subvencionará algo más de 1,4 millones de euros, la iniciativa engloba diferentes elementos claves, cuya unión es pionera por primera vez en un ámbito urbano para el desarrollo sostenible: adaptación al cambio climático, implementación de la infraestructura verde en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, recuperación y mejora de los servicios proporcionados por dicha infraestructura, machine learning e implicación y participación ciudadana.
El proyecto, que se desarrollará hasta finales de 2023, va a implementar 41 actuaciones tipo en diferentes en aspectos relacionados con la flora, la fauna, el agua, la ciudadanía y la cultura y el patrimonio. Se van a aplicar soluciones basadas en la naturaleza (SbN) para recuperar hasta 49 servicios de los ecosistemas diferentes que van desde aspectos como el abastecimiento de alimentos, la regulación climática o la reducción del ruido, hasta la regulación de la calidad del aire o el ocio y la educación ambiental. El proyecto contempla también la monitorización de todos estos aspectos con la instalación de innovadoras estaciones de medición que van a permitir obtener una serie de parámetros que posteriormente se tratarán a través de programas de BIG DATA para poder planificar mejor y anticipar posibles escenarios que ayuden a mitigar el cambio climático en la ciudad. El LIFE Vía de la Plata cuenta también con un ambicioso plan de transferencia de conocimiento para que sus resultados puedan ser utilizados por otras ciudades españolas y europeas.
La Cátedra UNESCO lleva más de diez años liderando el proyecto de investigación Evaluación de los Servicios de los Ecosistemas de Euskadi, con el apoyo del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Bizkaia. El objetivo principal del proyecto es identificar que zonas del territorio presentan alta capacidad para proporcionar servicios de los ecosistemas e incorporar esa información a la toma de decisiones, lo que ayudará a evitar o minimizar los impactos de las personas sobre los ecosistemas y los servicios que proporcionan.